domingo, 3 de junio de 2012

PRESENTACIÓN


 
 TALLER 1


                    PRESENTACION ASOCIACION RECORDER   
                      

Bienvenidas y gracias por estar aquí. Me llamo Ana Belén, y trabajo con el mundo de la energía desde hace muchos años. Os diré solo dos cosas sobre mí, una es a nivel espiritual. Cuando trabajo desde el espíritu soy un ser amoroso, lleno de luz y de serenidad. Poseo sabiduría, experiencia y poder para obrar cosas maravillosas, estoy aquí para ayudaros, guiaros y orientaros en todo lo que me sea posible, deseo compartir todos mis conocimientos con vosotras para lograr que estéis mejor, que reconozcáis vuestro espíritu perfecto y podáis expandirlo por el resto de los seres vivos. Mi función es ver el lado oscuro de la persona y ayudarla a que sea consciente de ello, para poder sanarlo.

Paso a resumiros de que van a tratar los talleres. Son cuatro jueves
El 1º. Trabajaremos con el interior, desnudaremos el alma, limpiándolo de ataduras, creencias, sufrimientos, lazos erróneos, mascaras, enfermedades y pensamientos negativos.
El 2º Trabajaremos con teoría, en estos días se impartirán talleres de diversas técnicas de sanación, hablaremos de los puntos energéticos del ser, de los diferentes cuerpos astrales, de las diversas energías que nos rodean, trataremos con minerales, kinesiología, sanación cuántica, reiki, entre otras técnicas.
El 3º. Será practico en el aprenderemos a usar la energía para nuestro propio bien y el de nuestros seres queridos o conocidos. Cuando hayamos cogido práctica invitaremos a enfermos para trabajar con ellos.
El 4º. Será exclusivo para la realización del sillón de la ascensión. Una técnica avanzada para poder liberarnos de todo lo negativo y dar paso a una nueva ascensión, a un gran salto en nuestra existencia. Lo haremos con la ayuda de diferentes maestros ascendidos.
En todos ellos habrá algo en común, serán los ejercicios energéticos y la meditación.

Lo básico en estos talleres es hacer que la persona sea ella misma, piense y actué libremente sin necesitar el apoyo, consejo o valoración de ningún maestro, gurú o persona.
Siempre hablare de una forma genérica, nunca os voy a inculcar mis creencias ni mis normas, siempre insistiré en que cojáis y hagáis lo que vuestro interior os indique. Al principio yo seré el empujón que os ayude a caminar, pero después de un  tiempo seréis vosotras las que toméis las riendas de vuestro camino. Yo os ayudare a encontrar al verdadero maestro que habita en vuestro interior.

Lo primero que hay que saber es de qué está formando el ser humano. No se compone solo del físico que vemos, hay muchas formas invisibles a nuestros ojos que son necesarias para que el ser este completo. Para tratar un cuerpo no basta con buscar remedios para ese físico, es necesario tratar al cuerpo en su totalidad. Es decir a todos sus cuerpos. Estos son indivisibles, inseparables cuando estamos vivos, porque  sin ellos no existiríamos.
El primero es el físico, el que ves, tocas y sientes, y el segundo  es el cuerpo espiritual,  que aunque no se ve, existe  igual que el físico. Además de estos dos, que son en los que nos vamos a centrar, existen siete cuerpos más, que se extienden a lo largo de tu campo energético. De momento  analizaremos en profundidad solo el espiritual.  El es la chispa que nos da la vida.  Para que lo entiendas mejor te diré que el cuerpo físico, separado del espíritu, es como un armario, como un envoltorio que en teoría no tiene vida propia debido a la falta de esa chispa tan necesaria  para que la materia pueda ser, sentir, hablar, tocar y pensar.

La mayoría de nosotros nos hemos olvidado completamente de ese ser espiritual ocupándonos   solo del cuerpo material. Lo que creemos que es real,  lo perciben nuestros ojos y sentidos. Es decir solo lo físico. Nos hemos vuelto materialistas, creemos solo en lo que vemos.
Se ha  anulando por completo la idea de que haya algo más. Nos hemos dormido envueltos  en un sueño social.  Nos han empujado a creer  y vivir solo en la realidad que observamos.  Nos han hecho creer que lo espiritual es solo una fantasía, un cuento chino, que es irreal. Y como chicos obedientes hemos acatado sus órdenes, alejándonos cada vez más de nuestra verdadera esencia espiritual.
Se nos ha inculcado el dar culto exagerado al cuerpo físico, cuidándole, mimándole y atendiendo sus necesidades.  Dejando  el cuerpo espiritual en un plano secundario, muy por debajo.  Hay que reconocer que estos dos cuerpos son indivisibles y ambos forman parte del ser. No podemos inclinarnos solo al cuidado de uno, pues estaremos repudiando al otro, causando inestabilidad entre ellos. El cuerpo espiritual también necesita que le alimentemos. No con comida física, sino  con el alimento adecuado  para estar sano, es decir con palabras de amor, con gestos, sentimientos y emociones positivas que le mantengan conectado a su verdadero ser. Debemos  limpiarle de vez en cuando, lo mismo que al físico, para que cualquier energía negativa que  se haya acumulado desaparezca. El cuerpo espiritual  necesita que hablemos con él y le escuchemos. El negarle esos cuidados creara un  desajuste en todo el ser, haciendo que  la balanza del equilibrio, caiga  por su peso a favor de lo externo, es decir el físico y en contra de lo interno, el alma, el espíritu. Dejando un cuerpo inestable y precario en la salud, debilitado y propenso a la enfermedad.
Cuando la enfermedad se manifiesta, la mayoría de las veces es porque se ha producido un desequilibrio entre el cuerpo físico y el alma. Si existe esa  lucha, por mínima que sea entre esos dos cuerpos, provocara en mayor o menor grado que el ser se debilite dejando paso libre a  la enfermedad. Si una zona de tu cuerpo físico esta débil será propensa a que cualquier bacteria, infección o virus ataquen con más facilidad a ese órgano. Lo mismo ocurrirá con  tu campo energético, la zona que está más indefensa, estará más propensa al ataque de cualquier energía invasora del exterior, produciendo enfermedad o desequilibrio en la zona en la que se aloje. Te preguntaras que debes hacer para evitar que eso ocurra. La respuesta es solo una: que la salud y la enfermedad tienen un mismo origen: “el pensamiento, tu conciencia”.

Tienes que aprender a controlar esos pensamientos, tu energía y sentimientos para lograr un estado de salud óptimo Pero antes de llegar a eso, hay algunas cosas que quiero que entiendas y que son necesarias e importantes para empezar a trabajar en tu  sanación.

Esto es de lógica aunque nunca nos hayamos parado a pensarlo así. Si hacemos algo físicamente que a nuestra alma no le gusta o con lo que está en desacuerdo, estaremos creando una lucha interna,  por que estaremos actuando en contra de nuestra propia voluntad. Esta pelea se manifestara en molestias y pequeñas señales de alarma que aparecerán como murmullos. Si no somos conscientes de ello y lo corregimos en breve, acabara produciéndose inevitablemente la enfermedad. Se  suelen decir que: “Si no oyes los murmullos, escucharas los gritos”. Eso es lo que ocurre cuando no escuchamos lo que el cuerpo nos está transmitiendo.

Todo este desconocimiento de lo espiritual, este distanciamiento  e ignorancia que tenemos respecto a él, ha sido provocado, en parte, por un cúmulo de creencias tradicionales y generacionales que  nos han  impuesto interesadamente. Lo han hecho a sabiendas de que el poder interior del ser humano, es capaz de arrebatar, catapultar, y echar por tierra, los planes egocéntricos de cuatro capitalistas.

El ser humano es imperfecto, es inmaduro y tiene muchas limitaciones. Al contrario que el ser espiritual el cual es  ilimitado. En el no existe la enfermedad, el dolor o  el sufrimiento porque él  es perfecto, eterno y divino.
Esa desconexión con nosotros mismos y con nuestro interior produce daños en todo nuestro ser. A lo largo de los siglos nos han ido tapando los ojos para  que no veamos esta realidad tan poderosa. ¿A que tú no crees que seas perfecto? Como lo vas a creer, si nunca nadie te lo ha dicho ¡Solo creemos aquello que nos han hecho creer!
La verdadera realidad, es muy distinta a como la percibimos, vivimos o nos la han contado. Nuestros ojos están cerrados, nublados por la materia.  Ahora, en este  momento, a niveles mucho más poderosos y espirituales, se nos está pidiendo que despertemos, que abramos los ojos y descubramos nuestra  verdadera naturaleza. Por nuestro propio bien y el bien de toda la humanidad.
En el siglo XIX el gran  genio  Einstein, afirmaba que el ser humano estaba compuesto por un 5% de materia, y que el otro 95%  es energía, es vacío.
En aquel entonces nadie dio crédito a su afirmación. Era imposible creer esa  inimaginable teoría. Hoy en día la física cuántica y diversas ramas científicas  lo avalan como cierto, demostrando y confirmando todos sus estudios. Gracias a ellos y sus conclusiones, hoy conocemos de una manera diferente, el funcionamiento y el sentido incomprensible de nuestro ser.El cuerpo, está compuesto por átomos. Dentro de los cuales existe un pequeño núcleo físico, el resto de lo que le rodea es espacio vacío. Si juntásemos toda la materia de estos átomos, verificaríamos la existencia de un porcentaje mínimo de la misma y obtendríamos mucho espacio vacío. Einstein también afirmaba que ese vacío era  energía pura. Que la materia que se veía y que se tocaba, era la suma de esa energía condensada.
Partiendo de esta base, podríamos decir que vivimos observando una pequeña porción de realidad, puesto que la totalidad de ella es invisible, es energía, es vacío.
Por lo tanto, lo que vemos como materia, cuerpo, y todo lo que nos rodea, no es más que  una pequeña cantidad de realidad si la comparamos con la magnitud del vacío.Un cuerpo, una silla, un ladrillo o una flor, todo tiene un mismo origen y una  esencia en común que es la energía que los hace materializarse, la cual parte de unos mismos elementos. Esas diversas formas en las que se manifiesta la energía, constituye solo  un cinco por ciento de realidad. El resto permanece oculto a nuestros ojos. Es invisible a la percepción humana, porque es vacío, es energía pura.

Algo totalmente cierto  e indudable que debemos comprender es que  somos seres espirituales viviendo una experiencia física. Hasta que no entendamos eso, no podremos despertar del sueño en el que estamos. No podremos ver la verdadera realidad de nuestra existencia.
Si estamos formados por un porcentaje tan alto de energía, debemos preguntarnos, si la enfermedad, los problemas, las desgracias, la muerte, están dentro de ese 5% de materia, o en ese 95% de energía.

Muchas terapias alternativas afirman que la  mayoría de las enfermedades comienzan en el pensamiento, luego pasan a lo energético y concluyen manifestándose en el cuerpo físico. Si así fuera, nos preguntaremos: ¿Cómo vamos a tratar algo invisible a nuestros ojos? ¿Cómo vamos a operar o sanar los pensamientos y la energía, si no la vemos?  Y realmente no podemos hacerlo. Por eso nos centramos solo en ver la enfermedad, el dolor y los sufrimientos físicos. Todo lo vemos de una manera incompleta y errónea, porque seguimos viendo solamente un pequeño porcentaje de esa realidad.
Hoy en día tenemos a nuestra disposición una gran variedad  de  terapias, recursos y alternativas que pueden  ayudarnos a sanar problemas, enfermedades, malestares y traumas. Todas ellas tienen como misión final la sanación total del problema. Profundizando en la búsqueda de su verdadero origen  y cortándolo de raíz.



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